¿Las heladerías cuentan como cafés o bares? Cada vez con más presencia podríamos decir que sí. A muchas no se les distingue el límite claramente.
Lo cierto es que el helado en Thionis con mi amiga Lucía no tuvo nada de helado y sí mucho de café. Lo que quiere significar que fue un espacio de comodidades, charlas y distensión (a diferencia de las clásicas salidas de helado donde me he sentado en cordones de veredas a contener las cascadas vertidas por el calor derritiente del verano).
Lo que quizá signifique que el espacio da sólo un marco a la circunstancia. Que depende de la propia disposición la experiencia que nos llevemos de cada lugar. Peligra, gracias a esa idea, la consecución de este blog que intenta extraer un poco el espíritu de cada rincón de café. Quizás eso me pasé por intentar romper las fronteras de los bares propiamente dichos.
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